Adoptar un ecosistema abierto: El camino a seguir para Frontline Operations

Elegir los sistemas adecuados para aumentar la productividad de sus operaciones es fundamental para garantizar que su empresa siga siendo competitiva en el entorno de fabricación actual.

En el pasado, reinaba un costoso software monolítico de ventanilla única. Pero había problemas que estas ofertas no podían resolver, y muchas de las organizaciones que invirtieron en estas soluciones siguieron confiando en el papel y las hojas de cálculo para llenar los vacíos. En última instancia, esto condujo a una pérdida de tiempo y recursos, así como a la formación de silos de datos.

Cada taller es diferente y las soluciones prescritas y monolíticas no consiguen dar respuesta a las necesidades empresariales y operativas de los entornos dinámicos. Los fabricantes de diferentes sectores están cambiando de un enfoque monolítico a una pila tecnológica centrada en el ser humano, lo que les permite establecer una infraestructura que puede adaptarse más fácilmente al cambio.

En línea con este nuevo paradigma, los principales proveedores están adoptando una arquitectura de ecosistema abierto a través de la cual pueden ofrecer una solución de colaboración con socios integrados para resolver los últimos retos de sus clientes.

Se trata de un cambio crítico para la industria, ya que viene acompañado del reconocimiento de que ningún proveedor puede ofrecer por sí solo una solución que aborde todas las necesidades de un fabricante. Muchos lo han intentado, y el resultado ha sido un panorama tecnológico de operaciones estancado.

Atrás quedaron los días de los monolitos y sus exclusivos jardines amurallados. Existe una nueva pila tecnológica para las operaciones de primera línea, y en su núcleo hay un ecosistema conectado que incorpora tanto a los actores nuevos como a los heredados.

No necesita mirar más allá del teléfono móvil que tiene en la mano para ver cómo varios colaboradores -desde los fabricantes de teléfonos hasta los proveedores de servicios y los desarrolladores de aplicaciones- pueden unirse para formar un ecosistema de valor incalculable que le facilita mucho la vida diaria.

Un ecosistema para operaciones de primera línea puede tener muchos tipos diferentes de contribuyentes, pero algunos ejemplos básicos incluyen proveedores de lo siguiente: hardware y software, servicios de adquisición de datos/IoT , aplicaciones empresariales y servicios de conectividad e infraestructura.

Aunque este tipo de ecosistema no es un concepto nuevo, ahora es el momento en el que puede ser realmente eficaz y tener un impacto real, sobre todo debido a la desconexión existente entre las expectativas y la realidad en lo que respecta a la transformación digital de los fabricantes.

Piense en unas instalaciones que tienen un presupuesto limitado: No disponen de recursos para acudir a un gran proveedor industrial para todo lo que necesitan. Estas organizaciones tienen que ser creativas para resolver sus problemas. Y esto incluye encontrar una forma de utilizar las soluciones en las que han invertido durante las décadas anteriores -ya sea hardware, software o una mezcla de ambos- en combinación con la última y mejor tecnología nueva.

Al adoptar un enfoque de ecosistema abierto, las organizaciones en cada etapa del espectro de la transformación digital pueden integrar sus soluciones nuevas y heredadas de forma rápida y sencilla, lo que en última instancia les permite aliviar o eliminar procesos innecesariamente manuales y tomar decisiones más informadas con datos en tiempo real y una mayor visibilidad de la producción.

Una infraestructura de ecosistema óptima no sólo implica la integración de software y dispositivos. También implica una red de socios y profesionales que puedan aplicar los procesos con éxito y adaptarse a los cambios con el tiempo. Y un enorme motor de valor de esa asociación son las integraciones sin fisuras que permiten a los clientes conectar fácilmente las nuevas soluciones a los sistemas que ya utilizan a diario.

Las organizaciones no necesitan volver a adaptar sus procesos para que se ajusten a un sistema. Ahora ocurre lo contrario: pueden adaptar sus herramientas para que se ajusten a sus procesos, y pueden hacerlo de forma eficaz y controlada.

En la práctica, el nuevo ecosistema de operaciones permite a los fabricantes hacer lo siguiente:

Un reto común para los fabricantes de hoy en día es superar las lagunas de conocimientos dejadas por los trabajadores que ya no trabajan para la organización - especialmente cuando esos trabajadores habían creado sus propias soluciones que nadie más sabe cómo hacer funcionar completamente o construir sobre ellas.

Los ingenieros de procesos de hoy en día quieren una comunidad en la que apoyarse cuando buscan soluciones a este tipo de problemas operativos, tanto si se esfuerzan por averiguar cómo funciona un sistema Andon fabricado a medida como si intentan determinar las especificaciones de una chimenea de luz existente en sus instalaciones.

Con una infraestructura construida para los protocolos abiertos y la colaboración, los fabricantes de distintos sectores pueden compartir recursos fácilmente. Esto podría incluir contenidos curados centrados en casos de uso, materiales de apoyo agnósticos para los dispositivos, demostraciones, plantillas, tutoriales y mucho más. Por ejemplo, en Tulip, todo este tipo de contenido se puede buscar libremente en la Biblioteca.

Imagine un ecosistema abierto que proporcione API públicas, recursos de aprendizaje y normas de apoyo, creando un repositorio significativo de herramientas y mejores prácticas. Este nivel de apertura conducirá a un intercambio eficaz de conocimientos para los fabricantes, lo que, a su vez, impulsará una toma de decisiones más informada y una mejora continua.

Con este nuevo enfoque en la apertura llega un entendimiento en toda la industria de que hay un valor en que los vendedores trabajen juntos para lograr un bien mayor: capacitar a los fabricantes para construir sus propias pilas de tecnología de lo mejor en su clase. Desde la perspectiva de los proveedores, esto significa construir una infraestructura de ofertas de tal forma que los fabricantes puedan elegir fácilmente qué hardware y software -tanto heredado como nuevo- quieren conectar para lograr sus objetivos únicos.

Una vez establecida esta nueva arquitectura, los datos pueden fluir libremente entre sistemas dispares para desbloquear las posibilidades reales de la interoperabilidad, haciendo que el intercambio abierto de información y mejores prácticas entre centros sea más fácil que nunca. En la práctica, esto podría implicar el establecimiento de centros de excelencia (COE), que le permiten equilibrar la agilidad y el coste adoptando un enfoque de gobernanza dirigido por el centro.

Para muchos fabricantes, las discrepancias en las herramientas y los procesos entre los distintos centros provocan problemas de calidad de los productos, desperdicio de recursos y frustraciones en el personal. Una infraestructura abierta agiliza en última instancia el proceso de compartir recursos entre centros, lo que le permite aplicar la estandarización, impulsar la eficiencia y garantizar el cumplimiento.

Los fabricantes de hoy en día ya no necesitan adoptar un enfoque complejo de "arrancar y sustituir" que supone una pérdida de tiempo y dinero.

Una infraestructura de ecosistema abierto proporciona una rentabilidad más rápida que el enfoque monolítico tradicional porque permite a los fabricantes empezar poco a poco y optimizar los procesos adicionales a medida que pasa el tiempo.

Frente al uso de un sistema rígido que requiere conocimientos especializados para realizar cualquier cambio y que no tiene en cuenta al usuario específico, la nueva pila tecnológica óptima es aquella que es flexible y adaptable a cada organización. Y para los fabricantes, eso significa intrínsecamente utilizar diferentes sistemas y soluciones de diferentes proveedores para satisfacer sus necesidades específicas, y tener en mente a las personas que realmente tienen que utilizar las herramientas mientras se construye esta pila tecnológica.

Con una arquitectura en la nube y un ecosistema abierto, es más fácil que nunca conectar máquinas, equipos, sistemas informáticos y servicios web actuales y futuros. Ya no es necesario depender de complejas integraciones de API personalizadas para conseguir flujos de trabajo conectados y visibilidad de la producción en tiempo real.

A diferencia de las soluciones monolíticas tradicionales, que requieren meses de trabajo adicional y costes incrementales para crear nuevas facetas y funcionalidades, un ecosistema abierto de soluciones componibles le permite integrar nuevas tecnologías de forma rápida y sencilla.

Este tipo de infraestructura adaptable es especialmente valiosa cuando se trata de tecnologías que cambian rápidamente, como la inteligencia artificial (IA).

Cuando surgen nuevas tecnologías o procesos, su organización puede ajustarlos y ampliarlos según sea necesario, porque así es como se construye su pila tecnológica.

Este proceso de iteración más rápido le permite seguir siendo ágil y adaptarse sin problemas a los últimos cambios del mercado, al tiempo que encuentra continuamente nuevas oportunidades para mejorar la calidad del producto, la productividad del taller y el compromiso de los empleados.

Un ecosistema abierto le permite pasar de simplemente sobrevivir a los últimos cambios de la industria a prosperar durante estos tiempos - porque su infraestructura será tan adaptable que podrá obtener una ventaja competitiva capitalizando estos cambios primero.

Organizaciones de diferentes tamaños (con diferentes tipos de infraestructuras técnicas) ya están construyendo e implementando los ecosistemas de soluciones que se adaptan a sus necesidades únicas, lo que pone de relieve que este nuevo modelo puede funcionar para los fabricantes en todas las etapas de madurez digital.

En un extremo del espectro se encuentran organizaciones como Outset Medical, una empresa que ha pensado en la digitalización desde el primer día a la hora de fabricar su complejo producto: una máquina de diálisis.

Como explicó Marc Nash, vicepresidente de fabricación de Outset, en un episodio del podcast Augmented Ops, Outset necesitaba establecer rápidamente unas instalaciones, crear procesos con una mentalidad que diera prioridad a la calidad y ser capaz de ampliar una operación en menos de nueve meses. Llevar a cabo estos pasos en ese periodo de tiempo sería casi imposible con registros en papel y sistemas desconectados, por lo que una pila tecnológica de fábrica inteligente era un requisito de infraestructura fundamental para el éxito de Outset.

En ejemplos como éste, en los que las organizaciones necesitan la capacidad de moverse con rapidez, está claro que los sistemas más grandes y monolíticos no están a la altura del reto. Intentar realizar cambios en los procesos o la conectividad en este tipo de infraestructuras tradicionales podría acarrear cientos de miles de dólares de costes incrementales de consultoría, meses de trabajo adicional o una desvinculación generalizada entre los empleados.

Al incorporar a su ecosistema aplicaciones componibles creadas mediante una plataforma de operaciones de primera línea, Outset pudo convertir 2.700 trozos de papel y 7.000 pasos en más de 90 aplicaciones. Los miembros del equipo y los empleados están ahora facultados para tomar medidas si ven algo que no es correcto. Pueden crear fácilmente una aplicación y conectarla a sus sistemas existentes.

Un ecosistema abierto no es sólo para las organizaciones digitalmente maduras o para las que están dispuestas a arrancar y sustituir toda su pila tecnológica existente. Parte del valor reside en la capacidad de los fabricantes para basarse en los sistemas que ya tienen, lo que en última instancia genera nuevas eficiencias. Este punto de valor es especialmente significativo para los fabricantes de sectores altamente especializados, como los artículos de lujo, en los que los sistemas heredados son una forma de vida, y la calidad artesanal es fundamental para el éxito.

Por ejemplo, un joyero de lujo estadounidense con más de 10.000 referencias activas necesitaba encontrar la forma de mantener una ejecución precisa de las operaciones de primera línea que requerían una gran atención al detalle (para variables como la duración de la colada, la temperatura y los tiempos), al tiempo que escalaba sus centros de trabajo y maquinaria. Esto planteaba un reto, sobre todo debido a las instrucciones de trabajo únicas para cada diseño en cualquier centro de fundición.

Los procesos de producción y montaje de los joyeros se componen de muchas estaciones diferentes con una amplia variedad de máquinas, equipos, dispositivos y protocolos. Y necesitaban una pila tecnológica que pudiera incorporar las máquinas que ya tenían con soluciones más actuales y avanzadas.

En ejemplos como éste, los fabricantes tienen que encontrar la forma de optimizar un parque de maquinaria compuesto por equipos antiguos y máquinas heredadas que son esenciales para su nivel de artesanía, al tiempo que implementan una serie de nuevas tecnologías para aprovechar las últimas innovaciones.

Al conectar las máquinas varadas e introducir en su pila tecnológica aplicaciones componibles creadas mediante una plataforma de operaciones de primera línea, el joyero pudo aumentar su visibilidad en todos los centros e identificar cualquier cuello de botella. Implementaron instrucciones de trabajo estandarizadas, lo que les permitió confirmar que los operarios seguían las mejores prácticas en todos sus centros, evitando en última instancia variaciones en los lotes y la calidad y eliminando su dependencia de la documentación en papel.

A diferencia de las rígidas soluciones monolíticas, este enfoque ecosistémico permitió a los ingenieros definir sus propias estructuras de datos y lo que era necesario rastrear, produciendo una gran cantidad de información sobre cómo se hizo cada lote, quién lo hizo y cuánto tiempo tardó en completarse cada paso. El joyero aumentó su productividad en un 18% utilizando las aplicaciones de Tulip para fundamentar sus decisiones, estandarizar las operaciones y comprobar sus flujos de trabajo a prueba de errores.

Hemos superado la era de utilizar un sistema para todo. No existe una máquina que pueda hacerlo todo, y los fabricantes de hoy en día ya no necesitan adoptar un enfoque complejo de arrancar y sustituir que hace perder tiempo y dinero.

El ecosistema de operaciones no es un concepto teórico: Ya está proporcionando un valor empresarial real a los fabricantes de distintos sectores verticales. Se ha producido un cambio de paradigma en la forma de colaborar de los proveedores de software de fabricación, con un cambio de cultura que se centra en la integración y la creación de valor para usted, el cliente.

Es hora de adoptar un ecosistema abierto y empezar a integrar a los socios tecnológicos en su pila tecnológica para poder desarrollar soluciones adaptadas que satisfagan las necesidades exclusivas de su organización.