6 mejores prácticas para desplegar la tecnología en una empresa con varias sedes

El panorama de la fabricación moderna sigue siendo remodelado por importantes factores externos, como la necesidad de la deslocalización, la volatilidad de las cadenas de suministro puesta de manifiesto por acontecimientos mundiales como la pandemia y el persistente problema de la escasez de mano de obra. Estos retos han puesto de relieve la necesidad urgente de que los fabricantes transformen digitalmente sus operaciones para crear resiliencia y mantener su ventaja competitiva.

En respuesta, muchos fabricantes han comenzado a poner a prueba nuevas tecnologías en sus entornos de I+D o en una sola línea o centro, pero luego no han sabido aprovechar ese impulso y ampliar su aplicación a otros centros. Estos esfuerzos hacia la transformación digital a través de múltiples sitios no son sólo una ventaja estratégica, sino una necesidad para el crecimiento sostenible en este entorno.

Sin embargo, el camino hacia una transformación digital efectiva en múltiples sedes puede estar lleno de desafíos, desde alinear los requisitos divergentes de las sedes hasta navegar por los matices de la infraestructura tecnológica y las diferencias culturales. Para los ejecutivos y líderes que encabezan esta transformación, un enfoque bien definido para escalar la tecnología es imperativo para una adopción exitosa y un valor a largo plazo.

A medida que las empresas comienzan a recorrer el complejo camino hacia la transformación digital en todos sus centros de negocio, hay una serie de obstáculos que se encuentran habitualmente y que pueden ralentizar el progreso y dificultar una implantación satisfactoria. Reconocer estos escollos a tiempo es crucial para que los líderes actúen con decisión y apliquen las medidas estratégicas necesarias para superarlos.

Falta de alineación: La ausencia de una visión y una estrategia unificadas para la transformación digital compartida por las partes interesadas de toda la empresa conduce inevitablemente a enfoques inconexos, oportunidades perdidas y duplicación de esfuerzos.

Parálisis por análisis: Aunque pensar en el futuro y elaborar una estrategia es vital, los fabricantes suelen ser víctimas de una planificación excesiva sin acción. Esta planificación excesiva por adelantado conduce a un comienzo lento y obstaculiza el proceso ágil y ascendente que es fundamental para la transformación digital.

Tensiones entre TI y OT: Las prioridades de los equipos de TI (normalización y seguridad) y OT (resolución rápida de problemas) suelen chocar, lo que provoca una tensión que puede retrasar o hacer descarrilar los esfuerzos de implantación de la tecnología.

Entornos incoherentes: La diversidad de culturas, procesos e infraestructuras técnicas en las distintas sedes -especialmente en las empresas que han crecido mediante adquisiciones- crea un entorno complejo difícil de estandarizar.

Perspicacia técnica y preparación: A menudo existe una importante curva de aprendizaje para los ejecutivos y los jefes de planta que están instalados en los modos de fabricación tradicionales, y muchos carecen de los conocimientos técnicos y la preparación necesarios para adoptar las nuevas soluciones digitales.

Aunque estos retos pueden ser desalentadores, con un enfoque estructurado y una estrategia clara, pueden superarse con éxito. Basándonos en las lecciones del mundo real compartidas en nuestro reciente seminario web,"Historias de éxito en la ampliación: Dominar los despliegues tecnológicos multisitio para la excelencia en la fabricación", aquí tiene seis mejores prácticas esenciales para navegar por la compleja tarea de la transformación digital multisitio.

La piedra angular del éxito de cualquier transformación digital es una visión y una estrategia claramente articuladas. Se trata de establecer objetivos específicos y mensurables que encajen con sus metas empresariales.

Empezar poco a poco con victorias rápidas y tempranas es una forma fácil (y recomendable) de coger impulso, pero para crecer se necesita una visión y una estrategia sólidas que alineen a su organización y a las partes interesadas clave. Esta visión debe comunicarse eficazmente a todos los niveles de la organización, garantizando que todos, desde la planta hasta la sala de juntas, estén informados no sólo del "qué" y del "cómo", sino también del "por qué" del viaje de transformación.

Alinear la estrategia de transformación con las operaciones empresariales es igualmente vital, garantizando que la adopción de nuevas tecnologías contribuya directamente y mejore la eficacia operativa en cada centro. Una visión clara sirve como luz de guía, manteniendo todos los emplazamientos alineados con objetivos empresariales más amplios y fomentando un sentido de propósito compartido entre ellos.

La planificación de los datos que necesitará recopilar y de cómo se gobernarán debe estar en primera línea de cualquier estrategia de transformación digital. Empiece por determinar los elementos imprescindibles para la recopilación de datos y las estructuras, y hágase los siguientes tipos de preguntas:

• ¿Qué problemas va a resolver?

• ¿Cómo se recopilarán, estructurarán y analizarán los datos?

• ¿Se desea la coherencia en todos los sitios para permitir una visión de toda la empresa?

Las respuestas a estas preguntas no sólo preparan a una organización para los retos de la ampliación a múltiples ubicaciones, sino que también garantizan que los datos recopilados sean significativos y estén alineados con los objetivos estratégicos más amplios. Estos datos servirán de base para una toma de decisiones informada, garantizando que las decisiones empresariales se basen en cifras del mundo real, en lugar de en una visión a lápiz de la realidad. Hacerlo bien puede ser la diferencia entre una transformación exitosa y otra que no consiga desarrollar todo su potencial.

La gestión de la transformación digital es difícil, pero el desarrollo de un sólido programa de adopción es crucial en cualquier implantación tecnológica de éxito. Consiste en un grupo de partes interesadas clave de todas las sedes y equipos cuya función es guiar a la organización, compartir las mejores prácticas y desarrollar un marco de gobernanza para llevar a cabo su transformación digital.

Los miembros del programa de adopción desempeñan un papel fundamental a la hora de garantizar la implicación de las partes interesadas y la adopción en toda la empresa, lo que es crucial para el éxito de las iniciativas de transformación digital. Abarca la creación de iniciativas que permitan al personal de distintos niveles comprometerse con las nuevas tecnologías y utilizarlas plenamente, el establecimiento de un marco de gobernanza que proporcione directrices sobre cómo puede utilizarse la tecnología y la definición de funciones y responsabilidades.

Además, estos esfuerzos suelen incluir la creación de comunidades y foros internos para la colaboración y el intercambio de conocimientos, y la implantación de procesos para ofrecer soluciones de forma eficaz. Al fomentar una cultura de mejora continua e innovación, un programa de adopción mejora significativamente la capacidad de la organización para adoptar rápidamente nuevas tecnologías, ayudando a impulsar la excelencia operativa.

Especialmente en un contexto de expansión con múltiples sedes, la adopción de un marco ágil de scrum para la gestión de programas supera con creces a la metodología más tradicional de cascada. Este enfoque hace hincapié en una cadencia regular de evaluaciones y comprobaciones del proyecto, lo que permite realizar ajustes oportunos en la estrategia o la ejecución en respuesta a la evolución de las necesidades y los retos.

Cuando se combina con una plataforma tecnológica que permite a los expertos en procesos crear soluciones por sí mismos, el scrum ágil supone un cambio fundamental en la forma de desarrollar y desplegar soluciones. Esto fomenta una cultura de adaptabilidad y mejora continua para satisfacer las cambiantes necesidades operativas, y ayuda a crear el impulso y el entusiasmo de base necesarios para impulsar los esfuerzos de transformación.

Las diferencias de idioma, cultura e infraestructura técnica de un sitio a otro exigen que la industria vaya más allá del enfoque de "talla única" para transformar digitalmente diversos sitios. Las empresas deben reconocer que, si bien se adoptará un cierto número de soluciones esenciales de forma generalizada, las herramientas y la tecnología que son eficaces en un sitio pueden no traducirse necesariamente en éxito en otro.

Los métodos modernos y componibles de creación de soluciones permiten a los expertos en procesos locales elaborar herramientas que se adapten a las condiciones y retos únicos de su centro concreto. Esta flexibilidad es crucial para abordar las necesidades específicas de cada centro, al tiempo que se garantiza la continuidad de las estructuras de datos y la visibilidad a nivel empresarial en todos los centros.

Establecer una relación de colaboración entre los equipos de TI y de OT es vital, y la propia nueva tecnología puede actuar como un facilitador en este sentido. Al gestionar una plataforma tecnológica en lugar de soluciones individuales, el departamento de TI puede implantar controles en torno a aspectos como las funciones de los usuarios, el acceso a los sistemas y datos de la empresa y la aprobación de nuevas herramientas antes de que se implanten en el taller.

Con estas directrices y una plataforma componible, los ingenieros de OT tienen la libertad de construir soluciones rápidamente, sin salirse de las limitaciones predefinidas. En un contexto de fabricación tradicional, esto sería como si el departamento de TI validara Excel como herramienta global, al tiempo que diera a los usuarios de cada centro rienda suelta para construir las hojas de cálculo que necesitan para mantener la producción en marcha.

Cuando se trata de gobernanza, es importante planificar cuánto control quiere dar a sus equipos de TI (centralización) en relación con sus equipos de OT (descentralización). Encontrar un término medio entre estos dos(un enfoque democratizado) y establecer una cultura de resolución conjunta de problemas entre TI y OT garantiza que se puedan crear y desplegar rápidamente nuevas soluciones, al tiempo que se mantiene el control sobre aspectos críticos como la seguridad de las aplicaciones o cómo se recopilan y estructuran los datos.

Navegar por los entresijos del despliegue tecnológico en múltiples emplazamientos exige previsión estratégica, esfuerzo de colaboración y un profundo conocimiento de los contextos tanto locales como empresariales. Pero, si integra las mejores prácticas descritas anteriormente, podrá afrontar con eficacia los retos que conlleva una empresa de este tipo.

En última instancia, el objetivo es garantizar que la transformación digital no sea sólo una palabra de moda que se lanza en las reuniones o se relega a un programa piloto en un único centro, sino que sea una realidad tangible que impulse la excelencia operativa y el crecimiento en todos los centros de su empresa. Este viaje, aunque exigente, promete un futuro de mayor agilidad, resistencia y eficiencia, lo que permitirá a su empresa mantenerse por delante de la competencia.